Como los estudiantes han tenido sus exámenes de navidad, también los pacientes que quieren aprender a comer, han pasado exámenes con Navidad.
Básicamente hay 3 grupos de pacientes que han vuelto después de las fiestas.
El primer grupo ha mantenido o incluso vuelve con algo menos de peso. Estos son los pacientes que ya han aprendido a comer y han sabido controlarse durante las fiestas, disfrutando de la buena mesa sin pasarse 3 pueblos.
Luego hay un grupo que vuelve con 3 kilos o más, que es el grupo que todavía no ha aprendido nada. Suelen ser pacientes que acaban de empezar el tratamiento o los que no están dispuesto a cambiar sus hábitos y solo quieren bajar kilos pero sin sacrificio.
Por ultimo está el grupo entremedio, que son los pacientes que están en el buen camino, pero en determinados momentos, gana todavía el “pensamiento gordo” y vuelven a sus viejos hábitos. Estos pacientes vuelven a la consulta con más o menos un kilo de mas. Cada uno puede mirar a cuál de los grupos pertenece.
Los del primer grupo han aprobado y tienen que seguir así, no relajarse, evitando que vuelvan a sus viejos hábitos.
El grupo que ha suspendo, sabe que tendrán que ponerse las pilas. Tampoco es cuestión de desesperarse, pero si saben que hay todavía mucho trabajo por hacer, para el próximo examen, que será en verano. Pues haber suspendido un examen, no quiere decir que has suspendido el curso. Los que acaban de empezar, es lógico que hayan engordado con las fiestas, dado que todavía no han tenido tiempo para aprender. Los que han cogido mucho peso y ya están mas que medio año en tratamiento, tal vez deben reflexionar que es lo que quieren. Porque lo único que hacen es quitar kilos, pero 100% seguro lo volverán a recuperar y al seguir en este plan, estarán condenados a luchar contra el peso el resto de sus vidas.
El grupo entremedio se habrá dado cuenta que en muchas situaciones ya saben controlarse pero que las Navidades todavía les viene demasiado grande.
Los que han estado picoteando mas de la cuenta, seguro que lo estaban haciendo antes también y junto con su medico tienen que seguir entrenando, aplicando las herramientas aprendidas, dependiendo también si picotean por aburrimiento, ansiedad o para gratificarse.
Los pacientes que no han podido controlarse los días señalados deberán entrenarse los próximos meses, durante los fines de semanas, cumpleaños, santos, comidas familiares etc. Es mucho mas fácil aprender a controlarse con una comida familiar que con Navidad, que no es otra cosa que muchos eventos juntos en un corto periodo de tiempo, con el riesgo del pensamiento: “Total, ya esto todo perdido, que sea lo que Dios quiera después de las fiestas.”.
Pero si estás dispuesto a cambiar y lo intentas una y otra vez, ya verás que el próximo examen, que serán las vaciones del verano, saldrás glorioso.