Ahora que se acerca la Navidad, igual no es el momento idóneo para empezar un tratamiento para adelgazar, lo que sí tengo claro es que es el peor momento para abandonar el tratamiento.
Es lógico que te viene a la cabeza el pensamiento “¿Y si lo dejo ahora y vuelvo después de las fiestas?” “Es que con las fiestas siempre cojo un montón de peso de todas formas y así puedo comer y beber lo que me apetece”. “Me lo merezco después de tanto sufrimiento y al fin de al cabo hay que vivir también”.
¡!ERROR!!
Estos son justo los pensamientos trampas que hay que cambiar. Digamos que haces caso a estos pensamientos. Con un poco de suerte sabes controlarte durante las 2 primeras semanas, pero seguro que con el puente de la constitución ya te relajas y subes algo de peso. ¿Para qué entonces cuidarte las 2 semanas que quedan hasta Navidad? ¿Por qué no probar las galletas que ha hecho tu madre o por fin beber toda la botella de vino, con aperitivos y postre en la comida familiar? Total, hasta Navidad seguro que coges 1-2 kilos y con las fiestas (ya que esta todo perdido), otros 2-3 kilos. Resumiendo, llegas al 7 de enero con los 5 kilos de siempre y con el mismo sentimiento de siempre ¿Por qué no he podido controlarme?
Fimalmente te da una pereza enorme volver al tratamiento. Y piensas “A ver si primero me cuido un rato por mi cuenta y ya volveré un poco más tarde”. Mi experiencia de muchos años y miles de pacientes me dice que este poco más tarde es septiembre, como muy pronto y con bastante más de 5 kilos.
También existe otra manera. Una manera que intentamos enseñarte durante el tratamiento. Digamos que intentas poner en práctica lo que has aprendido en los últimos meses. En vez de pensar que eres un pobrecillo que nunca puede comer nada, en vez de empezar a comer los dulces de Navidad, que ya están varias semanas llamándote en el supermercado, en vez de esto por qué no sigues con el tratamiento hasta Navidad y sigues perdiendo varios kilos hasta las fiestas. Luego los días señalados comes lo que comen los demás (con cierta moderación) incluso comes algún dulce de Navidad en el almuerzo, merienda o después de la cena con un poco de champán. Los días entremedio sigues con el tratamiento y llegarás al 7 de enero con más o menos el mismo peso o tal vez con un kilito más. Sin embargo no con los kilos de siempre y desde luego no con el pensamiento de siempre “¿Por qué no he podido controlarme?”
No, esta vez llegas con un pensamiento de satisfacción de haber disfrutado de las fiestas, comiendo de todo sin haber engordado y con ganas de llegar al objetivo y terminar el tratamiento.